martes, abril 17, 2007

¡Merecer!...




“Ámame cuando menos lo merezca,…

ya que es cuando más lo necesito.”

Proverbio Chino


Se derrumban las ilusiones, castillos de naipes que barre el viento con un solo soplido, arrasando con los sueños que tejimos con hebras de ternuras.
Suplicio en el permanecer aguantando la ventisca, negros nubarrones y una niebla espesa letargo del alma,…¡ confiando en el después, en mañana!
Calvario incrustado en las costuras zurcidas del pellejo,… ¡te arrancaré ese puñal clavado en el pecho!,… lameré tus heridas sanando tu desespero y angustias, mientras el gélido invierno se retira al otro hemisferio.
¡Merecer!,…yo merezco, tú mereces,…así se conjuga el verbo, pero,…¡el amor no sabe de premios o castigos!,… es un sentimiento nacido desde el confín de las entrañas, que brota impúdico para calmar tus zozobras y desatinos.
¿Oyes mis pasos?, caminan sobre la sombra de tu humanidad dolida, de la desesperanza instalada en tus huesos cuando un amasijo de sentimientos, pugna por desenmarañar el ovillo,…¡ése que desgreñe tanto sentir!
¡Soy presencia!, estoy acunando tus penas y tu llanto, adormeciendo las quimeras florecidas en primavera, y que supuran besos en los labios.
¡Aquí estoy!,…desde siempre cargándote en mis brazos, amparando la vida nueva que llegó de tus manos y tus dedos dibujaban esperanzas, por las cornisas de mi desmayo.
¡Merecer!,…¡estoy aquí amándote!,…de puntillas llego rozándote con mis labios, enmudecida razón que mira para otro lado,…¡ y yo te quiero sin descanso!
Descuajaré con mis dientes cada dardo, succionaré de las heridas abiertas el veneno, cauterizando con mi boca la fatiga de tu penar.
Aflicción que te condena,…¡desalójala!,…dispón de la vida que te llena de ternezas, de alocada pasión en el estío de las noches estrelladas, sumido en mis abismos de deseos que te atropellan.
¡Aquí estoy cuando más me necesitas!,…con mi amor aparcado a tu costado, insuflándote mi hálito enamorado, sin tiempo ni espacio.
¡Aquí estoy convaleciéndote!,…regenerándote la dermis apesadumbrada, que gime nostalgias por mí en la distancia.
¡Merecer!,…¡tú lo mereces todo!,… tu sentir ronronea en mis esquinas de” piba de barrio”, que renace al amor sin pasado.
¡Aquí estoy tendiéndote mi mano!.

miércoles, abril 11, 2007

Se tú,...




Te debates en los opuestos del deber ser y el querer ser uno mismo, el deber ser es sólo estar,…y el estar es indolente, estático, indiferente, pasivo, es un devenir sin sensaciones que marchita la carne.
Se siempre tú, ve tras nuestra quimera de amor, vive ésta pasión con sus ardores, arrópate en mis volcánicos deseos que calcinan tu dermis, late y palpita al son del timbal que vibra en nuestra piel, desnúdame con apuro mientras caminas por mi espalda, bébete mis besos azucarados y húmedos, lame las cornisas de mis abismos.
¡Se tormenta querido hombre mío!, truena al desespero y ahuyéntalo, vive quemándote en la pira de mi tegumento, estremécete en mis brazos sin pasado, hazte tacto y que despierten tus manos, tatúame cada poro con tus labios,… ¡viaja a través del tiempo que te llevo amando!
Se nudo marinero y átate a mi cintura,… se viento de primavera y desparrama tu germen por mis colinas,… se tú mi remanso de azul intenso como el cielo, ¡despídete de los grises días umbríos y aférrate a la luz de mi mirar!, instálate en el ubérrimo oasis de mi cuerpo y,…¡vive amor un nuevo despertar!
Se tú cautivo de mis delirios, voz y canto de esperanza en perenne espera, dormita a la sombra de mis besos, esos que absorbes de mis gemidos, dilatados, insondables, tersos y rabiosos ósculos que te alimentan.
Se tú amalgama de mi fragua, moldéame a tu imagen e identidad, y revístete de mi fragancia espiral de incienso.
Siénteme tuya amor, ¡soy la de ayer, la de hoy y la de mañana!,… tu amante enamorada que embelesada espera, te sumerjas en el cauce de mi sueño haciendo tañer las campanas, que rompan la coraza de tanta adversidad y desatino.
¡Se tú!,… asesina al tiempo lleno de horas muertas, rájame la piel dejándola en carne viva, naufraga en el orillar de mi rivera sobreviviente del purgatorio del Dante, la gloria del amor permanece expectante en ésta soledad.
Vive el día a día como el último, escucha la voz de mis suspiros, expira en el vértigo de mis profundidades,…tú, que eres carne de mi carne.
¡Aquí estoy y estaré!,…arrullándote cada amanecer, sembrándote de vehemencias el pellejo, que pulsa raudo y veloz por mí.

sábado, abril 07, 2007

La vida y la muerte






























El Ultimo Café

“La vida y la muerte son flores de un mismo rosal, no existe una sin la otra y por el mundo paralelas van.
Una retoza despreocupada y a canto y filo de espada, sortea dolores buscando la felicidad, mientras la otra espera la fina línea que las separa cruzar.
Rosas de un mismo rosal, una se abre aromática y hermosa, lozana queriendo alcanzar el cielo en su despertar, la otra,…mustia y llena de espinas, caerá en tierra para poderla alimentar…”
En el antes y después, germinan insolentes los sentimientos y en su lento transitar, anida el amor más visceral, el que inunda bahías con salobres aguas de mar.
Así llegaste a mi vida, cuando errante iba por senderos de soledad, ajena a tiempos de esperanza, en un tren de melancolía sin estaciones donde parar.
Inventaste poéticas palabras insuflándome serenidad, poblaste de madrigales mis campos yermos de deseos, nogales sin voces fustigo el viento para que te pueda escuchar, el silencio se hizo canto de alondras y la distancia fue horizonte, para que lo pueda alcanzar.
Yo no buscaba nada, las horas transcurrían calladas por trochas de sombras y oscuridad, recorriendo paisajes en eternos otoños de hojas secas, de invernales y gélidas esencias, viendo la barca de Caronte acercar, para hacerme cruzar la Laguna Estigia, sin saber que no tengo monedas para dar.
Jalaste de mi alma cuando moría el invierno vestido de blanca espuma, y daba paso a la primavera, que anudaba nuestras piernas en un nuevo despertar.
Me despojé la decadencia carente de bizarría, el coraje inmóvil me nutrió la desnuda y vulnerable piel,… temerosa y silente, un escalofrío me recorrió cuando tus dedos me exploraron y me cercaron tus brazos y rodillas, despidiéndome de la abulia de no saber amar.
Lengua de fuego tu boca, que me guió por laberintos sin salida, envuelta seducción me atrapó y sin respiro, aletearon mis pestañas cuando enamorado me veías.
Atrapaste mi corazón como mariposa en vuelo, regaste pacientemente los surcos de mi cuerpo y con anhelo bebiste de mis besos.
Trenzados los miembros en apasionados embates, acometidas excitaciones gimieron forzándose a brotar en húmedo rocío, y la vida con un soplo me condena, a vivir el momento, éste tuyo y mío, porque la muerte paciente espera, tomarme de la mano al cruzarse nuestros caminos .
El ayer pertenece al pasado, mañana sigue siendo incierto,... ¡hoy,...hoy yo te amo, así sin aspavientos!.