lunes, enero 14, 2008

Soledad


“Me bebí todas tus palabras hasta embriagarme, harta de tanta angustia… narcotizada la razón emboté la soledad insensibilizándola, para que deje de susurrarme en el silencio con tu voz, pausada y febril; mientras, el delirio te hizo visión materializándote en la silente oscuridad nocturnal.”
Sorbo a sorbo todas, corren por la garganta cuesta abajo en la remembranza de momentos vividos, calcinándome hasta agonizar regocijada y satisfecha.
Gotas milagrosas que fertilizan la yerma piel, que se encontraba vacua de sentimientos, trocándola en un vergel lleno de colores, bautizando la dermis cada amanecer que me encuentra atornillada a tu fantasmal regazo.
Manantial de promesas intentaron sofocar ardores, sin lograr apagar el deseo que nos cercó cintura abajo buscando el sur.
Intemporal amor que aún acecha entre tinieblas esperándote, meciéndome en un trigal que entre vaivenes danza acariciado por el viento, en somnolientas tardes llenas de esencia divina.
Reverbera tu figura dándole brillo a mi mirar lánguido de añoranzas, de lágrimas camino al destierro entre sombras, y que llenan de congoja en ausencia del sentir, ronroneándome, los márgenes de mis orillas.
Empedrado húmedo donde reflejan los faroles su luz amarilla, en una noche lluviosa de espectrales figuras que me observan, acentuando el misterio que circunvala mi vida.
Mística soledad que eres totalmente mía, absorbes cada suspiro enlazándome los sueños y me devoras ilusiones marchitas, para convertirlas en futuras promesas de realidades sanándome las heridas.
Soledad fiel amiga, compañera de mis desvelos, cargas mis quimeras rebosantes de ilusiones, murmurándome esperanzas a través de la sutil brisa que hace ondear mis cabellos.
Atormentada utopía de amor que hoy rozo con mis dedos,…y tú siempre ahí, empujándome a los brazos de ése al que siempre quiero, al que acuno contra mi pecho empalagándolo con ternezas dulces, que saben a besos húmedos llenos de desesperos.
Despejaste mis miedos haciéndome ver los aciertos, fortaleciste ésta voluntad mía que laxa se encontraba, para enfrentar el día a día recomponiéndome los deseos.
Nos hicimos una, tú; vital, resistente, enérgica; yo…melancólica, nostálgica y sedienta…tú me absorbes, yo de ti me nutro,…y convivimos juntas alimentándonos los ensueños.

2 Comments:

Blogger MAREA said...

Te quiero amiga mía, es increíble lo que transmites.
Hecho tanto de menos los grupos de poesía de antaño donde nos inspirábamos unos en otros.

10:03 p. m.  
Blogger Unknown said...

Yo también hecho de menos esos encuentros de palabras hilvanadas de sueños. Nos nutriamos de los otros y ellos de nosotras sintiendonos poetas. Te quiero !!! Besitos poetisa!!! 💋❤

12:53 a. m.  

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