miércoles, julio 04, 2007

Cavilaciones


¿Quién soy, qué soy ?,… nadie,… nada,… sólo una simple molécula microscópica en un universo poblado de estrellas, tan pequeña e insignificante que no se ve ni se percibe, solitaria y simple mujer que se abraza a un sueño, queriendo renacer en la vida que se le escapa de las manos.
Lúdico sentimiento que envalentonado, pasa de una sensación a otra, escandalizando a la razón para dejarse subyugar por la locura.
Parece que fue ayer cuando era una piba que me llevaba el mundo por delante,… y quise volar.
Rebeldía mezclada con el bermellón de la sangre, que corría por canales precipitada,…y los errores,…no saber escuchar, creer con la ingenuidad de los pocos años, pensando que querer es poder.
¡Dónde quedó ése ayer!,… fue hace tanto tiempo, que la ingenuidad se convirtió en incredulidad,… falta de confianza en uno mismo dirían algunos, y se olvidan que ya he vivido demasiado,…tanto, que he perdido por el camino a aquellos que quise y aún quiero y viven en mí.
Otros siguen peleándole a la vida envejeciendo, la piel cuarteada y el cabello blanco, ¡pero de pie!, como árboles centenarios que ninguna tormenta pudo arrancar de cuajo.
Los hijos nos recuerdan ese ayer viéndolos crecer con el paso de los años, ahora ellos también empiezan a pintar canas y el milagro de la vida otra vez,…¡la vida me regala un nieto!,…ingenua e inocente criatura obsequio de la naturaleza, que no sabe de pesares y descubre maravillado, una paleta de colores arrancados al arco iris para posarlos en sus manos, aromas y sabores, y la cara de Dios en la teta de su madre que lo amamanta, saciando su sed y su hambre, velando su sueño.
¿Existe el amor de verdad?,… ése con el que se sueña sin poder alcanzarlo nunca, idealizado y eterno,… ése que nos quita el aire y nos transporta a través del tiempo, haciéndonos intemporal.
Deambulo por laberintos persiguiendo una quimera, mientras la soledad se acentúa en mis grietas convirtiéndose en mi sombra, marchitando anhelos para enterrarlos en el arcón de los recuerdos trocándolos en pasado.
Asumo mis errores, quiero dejar de preguntarme: ¿en qué me equivoqué?
Soy mujer, una sencilla mujer que trata de sobrevivir manteniendo una esperanza, …¡vivir el amor de verdad!,… sintiéndolo en la piel.
¿Qué me depara el destino?,…¡ no lo sé!,…cómo tampoco sé que pasará mañana o dentro de un rato,¡pero existe!,… el destino existe, como que hay niños que nacen para morir de hambre, sin llegar a vestirse con el rubor de la pubertad, o como esa muchedumbre de humanidad con sus vidas paupérrimas, que ya no se atreven a preguntarse ¿por qué yo?, sólo sobreviven como pueden sin pensar en después.
Duele ver tanta disparidad y nadie que se atreva a cambiarla, porque el mundo sigue andando y gira sin parar,…y gira y gira,… como calesita que no se le acaba la cuerda, entre la opulencia y la miseria, las risas y el llanto, las alegrías y las penas,…miro al cielo clamando piedad.
¡Piedad caíste en desuso!,…como la solidaridad que se escurre por callejones, jugando a las escondidas o mirando hacia otro lado, creyendo que “eso” le pasa a otro, pero no saben que se puede trastocar y rozarnos a nosotros, invirtiendo esa condición de privilegio que tenemos varios y algunos lo llaman azar,…yo,… yo lo llamo destino.
¿Volver a la raíz sería solución?, ¿y cómo saber cuál es la raíz de todo?,…la ambición mató al hombre y convirtió a ésta pobre humanidad en indiferente.
¡Seguiré esperando al amor!,…utopía de generosidad que se da sin pedir nada a cambio, mutándonos y ahuyentando lo material, para disfrutar de las pequeñas cosas, esas que no siempre supimos mirar y que siempre estuvieron.Correr bajo la lluvia empapándome y calándome hasta los huesos, sintiendo deslizar sus gotas por mi cara, ¡bendiciendo!,…tenderme en la hierba verde de cara al sol sin poder abrir los ojos, mientras la brisa me recorre de puntillas,… recoger una flor silvestre sin dueño absorbiendo su aroma,… caminar por la orilla del mar dejándome lamer los pies por el agua y su espuma,… escribir un nombre en la arena, un nombre tan mío y secreto, que llegará la ola y lo borrará sin dejar huella,… abrazarme al viento que me empuja y alborota mi cabello, trayéndome fragancias de la tierra,…vivir las estaciones sumergiéndome en sus sonidos, olores y texturas, pasando del frío a la calidez de la primavera hasta sentir el calor asfixiante del estío cuando llega,…y como un barrilete ascender oscilante queriendo alcanzar las nubes,…¡libre!,…como yo y mi soledad
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