¡Siempre yo,...!

Enya - The First Day

¡Siempre yo,…!

¡Siempre yo,… la misma al amanecer, durante el día y por la noche!,… loca desquiciada de amor, que se enrosca a tu corteza con la pereza invertebrada del reptil, que te sibila al oído palabras dulces y almibaradas.
Tus manos rasgan la vestimenta de papel, que me cubre la modorra instalada en el cenit de mis pliegues adormecidos, y al mordisco de la luna que entra por la ventana, conjuramos vírgenes palabras, fugaces como la lumbre de un fósforo encendido.
Hembra que palpita con el deseo incrustado en la cerviz, amordazo la tristeza del invierno que resiste como arena raspando el velo del paladar, y ahogo los gemidos abrazada a tu aroma de hombre, descarnada mi piel en el halo de fuego de tu apasionada realidad.
Bruñidos tegumentos húmedos en su vastedad, arañamos el tiempo para embalsamarlo y detenerlo, mientras en el agujero del plexo solar late el deseo, con tacto frágil de alas de libélulas, y en el vértigo de la sangre que corre yugular abajo, acelerada y con prisas.
Hilachas efímeras los cabellos que rozan tu pecho y acarician la pelvis…, torturando tus ingles un dolor dúctil se asienta en el pecho manso, brecha entre el goce y la plenitud de estar vivo, se dilata y se contrae con el fuelle de la respiración.
Un aire de estopa amortigua los chillidos y bufidos, ajenos a la llegada del nuevo día, rendidos a la servidumbre de la carne, las lenguas lubrican entre boqueadas gelatinosas de hambre, saciar tanta amordazada voracidad.
Amanece y liados, anudadas las extremidades, derrotadas conciencias ronronean recuperando fuerzas…, escrutamos nuestras pupilas donde aletea el brillo de la vida y rabiosa bate las alas la terneza.
¡Siempre yo,…la misma al amanecer, durante el día, y por la noche,…mujer y hembra!