viernes, noviembre 10, 2006

Bulle la sangre















Tre settimane da raccontare

Sangre que bulles acelerada por los canales bravíos de mis venas, indómita la carne se calcina en las brasas del amor,…agrestes senderos atravieso en pos del horizonte, salvaje y desmelenada aúllo al viento rompiendo tus silencios,… y estirando los brazos mis dedos te rozan aferrándome a tu pecho.
Estaciones cíclicas que no respetan su tiempo, generosas nos regalan una primavera-otoñal floreciendo aún las rosas en los rosales, jazmines y azahares nos embriagan con sus aromas y el sol, nos acaricia entibiándonos los poros que se abren ante la hambruna del tacto.
¡Hártame la piel con tu labia, dibújame palabras en versos en la espalda y escribe con la punta de tu lengua, los te amo que salieron de tu boca con voz melodiosa de hombre enamorado!.
¡Satúrame con ternezas mi desnudez perturbada y anégame las esquinas inundadas de rocíos, y al relente de la noche estrellada,…hazme el amor sin preámbulos ni exordios!
Sáciate de ésta hembra que por ti está entregada, la fiereza de la mujer que habita en mí está adormilada, y mi piel excitada clama por la tuya,…¡horádame la sima escondida que surte manantiales de agua!.
Vísteme con saliva el tegumento que des-ropada está la lujuria, descalza sobre la pastura baila la sensualidad y el impúdico erotismo, se baña con rayos de luna en libertad.
¡Enredados amaneceremos amor!,…recuperando el aliento y sorbiéndonos los labios, te juraré amor eterno.