sábado, octubre 21, 2006

Una furtiva lágrima



Rueda silente la furtiva lágrima por su mejilla cayendo al rodar en la blanca hoja de papel,… delineados trazos en negra tinta y bella caligrafía, rubrican sensibles palabras sentidas bajo la mortecina luz de una vela, que baila ondulante entre sombras dantescas.
Sumida y angustiada por la despedida que escribe, no puede evitar lamentarse desfallecida, en el tormento del calvario de amar en silencio, al imposible amor del hombre de sus sueños.
La gota salada estalla al caer y formando una aureola en la palabra haciéndola inteligible, borronea la negra tinta y convirtiéndola en matices de grises esboza una hermosa figura,…de la furtiva lágrima nace la rosa oscura, fresca y radiante asoma a sus ojos llena de vida, aventurando lo factible del amor que todo lo puede, no existiendo las lejanías.
Una vocecilla en su interior le dice: “El trayecto es largo, pero andando el camino se acortan los trechos ya construidos, unidos corazones en el sosiego al unísono palpitan esperando, la llegada del nuevo día.
El tiempo carece de pereza, incansable trota sin detenerse ni mirar atrás, dejando a su paso ternezas que germinan al amar.
El milagro de la vida se apoya en la paciencia, que doliente y cautelosa espera poder concretar”….
Entonces comprendió,…esa rosa hace aflorar tímidamente una sonrisa y su cara se ilumina; mientras,… una brisa indiscreta y juguetona, filtrándose por una ventana, apaga la débil flama dejando inconclusa la carta, que él nunca leerá.

Fin