sábado, octubre 21, 2006




La nada

¿Qué es la nada?, nada,… espacio repleto de nada y un universo lleno de vida, incongruencia de la soledad que deja al alma vacía.
Miles de ojos que nos miran, cientos de sombras que nos dibuja el día, pero sola, la nada se hace mía, y transito por un abismo sin salida, quebrado el cristal de la esperanza, se hace añicos en ojos que ven sin ver, en cristalizada mirada perdida.
Vacuos sentidos que anestesian el tegumento, insensible la piel se amustia deslucida, y la nada todo lo impregna, deshumanizada en ausencias de caricias.
La nada como el amor es invisible, incolora e inodora, ¡intangible!,…mientras una nos sumerge en los infiernos tortuosos del Dante, la otra nos resucita como a Lázaro descubriendo las bellezas de la vida.
Versos que nacen y circulan enamorados, apasionados, amorosos, también dolorosos, y ocupan momentos con mágicas fantasías, en la imaginación llena de ilusiones, donde la nada celosa habita.
Oquedad de voces, desierto de besos, desocupado cuerpo y amordazada alma, la nada se adueña instando a la soledad muerta, a amarrarse a la Parca que en la oscuridad espera.
Nada y muerte son compañeras, se mutan y alternan, desterrando sentimientos al país de los vivos, que reverdecen con la primavera.
¡Estoy viva!,…pero la nada ronda susurrando a la aletargada sensibilidad, arrebatando el valor al coraje, sumiéndome en profundos pozos lúgubres y en cavernas frías.
Sin entereza la nada es dueña, su audacia hay que enfrentar con valentía, su tesón con osadía, y escampará el cielo lleno de luz el día, mientras el amor surgirá despejando, silentes angustias impenitentes y tardías.
La nada es la muerte, mortaja circunspecta de misterio, opaca vestidura engañosa que nos vuelve indiferentes.
Sola y trémula la carne gimiente, vive asida del anhelo de tu boca, y de tus labios estrellados de deseos, toda la vida mía.

17/10/06 Mónica