sábado, octubre 21, 2006

Sinfonía otoñal




Yemas prestas en el tiento, arpegios ascendentes y descendentes en la silueta de guitarra,… peregrinas surcadoras de caminos, sacuden la agitada dermis exaltada.
Vehemente sinfonía otoñal, de acordes mudos que amordazan los labios mientras sibilantes lenguas, senderos trazan reptando ebrias, para desfallecer en la sima embebida por rocíos frescos de la iluminada mañana.
Musicalidad a dos voces en los plañidos, desgarrando con uñas el tiempo suspendido y tropezar con regocijo, en la clavija que tensa, arquea el cuerpo en su delirio.
Tremolo en los labios escapan los resoplidos, besos encendidos en el preludio del verso, que hecho palabra despliega colorido.
Acordes sofocados invaden el alma, armonía de fanfarrias postradas, debilitan amainando para volver a empezar.
Obertura sincrónica, esbeltez de movimientos en la cresta de la ola, que muere cubriendo la playa y en su demencia, dominio marcar.
Alegóricos amantes,…realidad o fantasía articulan, como notas de partituras que siempre han de interpretar.

Fin

Mónica