miércoles, julio 04, 2007

¡Un ángel vigila!...




First Love



Un ángel vigila,... nostalgia y tristeza inmersa en la melancolía del ser y me sopla al oído una brisa lánguida, para que rauda llegue la palabra oxigenando mi fatiga.
Pesan los años vividos, duelen las acumuladas arrugas hechas costuras, gimen los huesos cansados y herrumbrados,... en un ocaso tibio de estío, que llega inundándolo todo de color,… matizando.
Tic, tac,...tic, tac,...pulso y tiempo compitiendo por una esperanza amodorrada, que se despereza sin prisa extendiendo los brazos, queriendo alcanzar al viento que pasa raudo.
Un otoño de hojas de calendario que caen aceleradas, marcando los días, los meses, los años,... y el corazón vuelve a palpitar embalado.
Fumarada que pincela siluetas quemando tabaco, tos seca del fuelle que se queja, mientras la mirada perdida espera,...
Espera entre los jazmines de la ausencia y el silencioso eco de una risa, donde solazan retazos de ilusiones y sueños, escondidos entre las florecidas rosas del sentimiento.
Miro hacia atrás, a un pasado que no vuelve más y camino hacia delante, es ahí donde él está, buscándome entre los versos que desangra mi sentir frágil y enamorado.
Un ángel vigila,...puente angosto entre su distancia y mi soledad, su pasión y mi visceralidad, sus ansías y mis anhelos,...quemando y fundiendo cuerpos urgidos por volar.
Está y estoy,... me sabe y lo sé,... clamor mudo en el desvelo, gotas de sal en los lagrimales,... y el parpadeo céfiro que ahuyenta las dudas del desespero.
Aliento entremezclado al estrellarse los labios, proponiéndonos bebernos el alma al respirar.
Y muere el día al llegar la noche devorando rayos de sol debilitados,... amasijo de sábanas cobijo de lujuria, sensualidad renovada que anima a continuar.
Él y yo,… mano con mano entrelazadas, bocas que se requieren con codicia, lenguas embelesadas en el místico descubrimiento del sabor, extremidades anudadas,… y el sexo,…un sexo lleno de humedades exigiendo acoplarse hasta el éxtasis final.
Un ángel vigila,...me insta a continuar,…y exhalando el hálito final, renace la pasión con el brío de un ayer, hormonal y alocado.
¡Un ángel vigila!,…para que el sueño se haga realidad.